Mi pequeña lavandería

Poder tener una pequeña lavandería en casa es algo que me encantaría. Sí, ya sé que suena muy "americano", pero me gusta. Tener un pequeño rinconcito bien ordenado en el que planchar, hacer la colada,... sea un poquito más agradable, más apetecible. Planchar no es algo que me guste per se, así que creo que ayudaría a hacer más "apetecibles" esas horitas que hay que dedicarle.

Estas son algunas "lavanderías caseras" que he encontrado. ¿Has visto que chulas?

Mi rinconcito actual nada tiene que ver con estos. Es muy chiquitín y, además, al estar fuera de lo que es la vivienda en sí (se accede desde la terraza) se llena de suciedad enseguida, ya que está en contacto directo con el exterior. La puerta metálica de rendijas no impide que se cuelen el polvo y el polen. 

Realmente no podríamos llamarla lavandería, pero la verdad es que este rinconcito supone un alivio para la pequeña cocina que tengo y me hace un gran servicio como lavandería y trastero, así que estoy contenta con ello. 

Aquí os la presento. 

Lo más bonito, el cartel que cuelga de la puerta. Es que me hacía ilusión...  ;D

Y aquí el rinconcito en cuestión... como veis, no tiene naaaada que ver con las preciosidades que os he mostrado.

Estos son algunos detalles de nuestra lavandería. Siempre buscando aprobechar al máximo el poco espacio que tenemos. 

Las escobas y demás colgados para dejar el suelo libre y que sean de fácil acceso. En la pared de enfrente unos tenderetes plegables para tender la ropa los días de lluvia. Los adquirimos en Ikea por 25€/unidad. Y como me encantan las plantas y tengo unas cuantas, mi marido colocó una manguera para que pudiera regarlas fácilmente. La manguera también tiene su enganche-colgador junto al tubo de la aspiradora. El resto del espacio lo hemos dividido en 3 baldas en las que apilamos cosas que no se estropean (cajas de zapatos, la aspiradora, alguna herramienta,...).

Esta es la solución que nosotros le hemos dado al espacio del que disponíamos. Sin grandes presupuestos ya que dado dónde está y "lo que sufre" no merecía la pena dejarse mucho dinero. Hacer del espacio un lugar útil, práctico y cómodo.

 

Quien sabe! Quizás más adelante tenga la oportunidad de tener una verdadera lavandería en casa, una como las que os he mostrado arriba.